Después de varios meses de plena dedicación y una extraordinaria inversión en I+D, en Triana hemos conseguido la adaptación de casi la totalidad de la carta a la certificación ‘gluten-free’. Hemos conseguido convertirnos en uno de los restaurantes sin gluten al 90%.
Con una mezcla de harinas y panes sin gluten que, tanto por sabor como por textura, llegan incluso a mejorar a las recetas anteriores. “Las croquetas han quedado cremosas y sabrosas, el crujiente de la fritura aguanta más, no aporta sabor y queda muy jugosa”, afirma el chef Rubén Amro.